Daba vueltas por su cama, llevaba horas intentando dormir pero no lograba conciliar el sueño…
-Demonios.- Susurró mirando a su lado, ahí estaba en la otra cama, la razón de su insomnio.- ¿Cómo puede dormir así?
No tenía por qué preguntárselo, la respuesta era obvia, él único preocupado ahí era él, y lo detestaba, sobre todo porque el otro no podía sentirse de la misma manera que él.
Pero él se lo había ganado, fue él quien en primer lugar había abierto su gran bocota… ¡Pero todo era